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El rol del Profesor en la Calidad de la Enseñanza de las Ciencias

Propuesta

El mundo se encuentra marcado por profundas transformaciones económicas, políticas y sociales que tiene como punto de referencia la globalización de los mercados y la revolución científico-tecnológica. Para responder a este proceso de transformaciones, el profesor, además de cumplir con un buen grado académico debe tener la intención de “cambiar su actitud y mentalidad”, acerca de la educación, actualización y formación como docente reconocido en primera instancia por el propio académico. Nos encontramos ante una nueva realidad, donde el sistema educativo debe formar ciudadanos capacitados para actuar en un mundo de cambios acelerados, en todos los órdenes, la educación es entonces un elemento clave.

 

En las condiciones actuales, con énfasis particular en la educación media superior, se registran insuficiencias que restringen su función en la sociedad, en primer lugar la escasa interacción del sistema educativo con el aparato productivo, que ha impedido incorporar a los programas de estudio los contenidos que permitan cubrir las demandas, en un contexto de amplia competitividad internacional; y en segundo lugar, la limitada cobertura que presenta en su relación con el desarrollo científico y tecnológico, es decir,  con respecto a la investigación y el desarrollo que demanda el mercado laboral.

Así pues, la experiencia internacional y el contexto global que se prefigura para el siglo venidero imponen la necesidad de contar con un sistema social de muy alta calidad. Simultáneamente en la sociedad existe un claro consenso de la necesidad de transformar nuestro sistema educativo. Este reclamo se extiende en la geografía de nuestro país, como entre los sectores de la sociedad y se expresa en la certidumbre de que una educación de calidad es una palanca funcional para aprovechar el potencial creativo y realizar los anhelos de prosperidad de los Mexicanos.

En la calidad educativa concurren actores y elementos muy diversos: profesores, alumnos, planes y programas de estudio, labores de investigación, servicios y materiales de apoyo, financiamiento, investigación y evaluación educativa, todos importantes en sí mismos y también en la forma en que se combinan.

Actualmente se presentan serios problemas en cada uno de ellos, por lo que se tendrá que buscar una solución emergente en vías de mejorar la calidad de la educación. En suma, la educación mexicana atraviesa por una grave crisis cuyas implicaciones hacia el futuro son más graves aún. México no será capaz de enfrentar los desafíos de las nuevas circunstancias mundiales, en particular el reordenamiento cultural y productivo de la revolución tecnológica, ni podrá responder a las exigencias internacionales de una organización social más democrática y equitativa si antes no resuelve en profundidad su crisis educativa. 1     

A pesar de algunos avances, persisten las deficiencias en los programas de formación y actualización de profesores. Los estímulos a su desempeño aún son insuficientes y su nivel académico todavía no es el óptimo.

En relación con los egresados, existen numerosos indicios obtenidos mediante evaluaciones previas, de que una proporción elevada no tiene una adecuada preparación para realizar sus estudios profesionales. Como problemas más serios se señalan el poco dominio del lenguaje, las matemáticas y las ciencias naturales. Después de una estricta selección para ingresar al ámbito laboral, tienen  grandes retos que cumplir siguiendo un programa de formación integral: conocimientos teóricos y habilidades manuales, hábitos de puntualidad, disciplina, orden, limpieza y seguridad como resultado del trabajo en equipo.

 

Entre los aspectos de orden curricular destacan algunos problemas: la diversidad de programas de estudio, cerca de 300, ha desdibujado la identidad y finalidades del bachillerato y, consecuentemente, el perfil de los egresados. También es importante señalar la insuficiente vinculación entre los estudios de educación básica y los de bachillerato. 2 Si bien, la mayoría de los planes y programas proponen la formación integral mediante la cual se adquieren o refuerzan valores, ésta no siempre se consigue.

 

La investigación en  materia de la Educación Media Superior, es escasa y sus resultados poco se utilizan para mejorar los procesos educativos. Se carece de estándares y criterios nacionales para evaluar su calidad. Más aún, la evaluación siendo, en general, una actividad esporádica, sin efectos reales  en el desarrollo de este nivel educativo.

En cuanto a los servicios y materiales de apoyo académico, la infraestructura relacionada con bibliotecas y centros de información, talleres y laboratorios es deficiente. El inadecuado equipamiento de los laboratorios limita la enseñanza experimental y la vuelve esencialmente teórica.

Durante la pasada década los diseñadores de los currículos en muchos países, han instado a los profesores a que hagan participar más a los alumnos en tareas experimentales para que puedan aprender la ciencia “haciéndola”. El experimento dirigido por el profesor, o siguiendo las actividades del libro de texto, junto con el trabajo en grupo, ha llegado a ser un rasgo común en muchas clases de ciencias. Aunque esta forma de trabajar encuentra problemas de tipo práctico, como se menciona anteriormente: carencia  de equipamiento, necesidad de una asistencia técnica,  y tiempo asignado en la organización. 3

 La actividad editorial,  producción de materiales y medios educativos no cubre las necesidades y el uso de las nuevas tecnologías de la información no se ha generalizado.

Uno de los pilares básicos sobre los que se sustenta la acción docente, en cualquier nivel educativo, viene a ser el libro de texto. Resulta hoy por hoy incuestionable su poderosa influencia en el trabajo de aula, tanto para los profesores como para los alumnos, constituyéndose en bastantes ocasiones como el referente exclusivo del saber científico. 4

 

La educación basada en la tecnología brinda beneficios significativos para estudiantes y maestros. Uno de los elementos más importantes dentro de este  nuevo esquema educativo es la computadora en el aula de clase, vista como una herramienta de apoyo didáctico para el profesor.

Dentro de las ventajas que pueden citarse al hablar de la computadora en la educación, tenemos que ésta reacciona ante el alumno permitiéndole personalizar su instrucción, adaptándose a su paso y necesidades. La computadora es una poderosa herramienta  para la enseñanza por su versatilidad. 5

Dentro de los aspectos referidos, se infieren algunas de las prioridades por atender en la agenda de este nivel educativo: el crecimiento de la matrícula ha requerido que la mayoría de los recursos se destinen a este fin, resultando insuficientes las asignaciones para elevar la calidad que se persigue en los distintos servicios.

 

Tomando en cuenta que los objetivos generales de la enseñanza de la Ciencia son: el de permitir una visión realista y actual, como una ciencia no acabada, es decir siempre en un proceso de construcción y verificación. Una visión que permita comprender sus avances y perspectivas más fundamentales y a la vez otorgue la posibilidad de “disfrutarla” culturalmente. Se debe capacitar a quien la aprende para que la utilice, cuando sea posible, en la solución y explicación de problemas y fenómenos cotidianos.

Se debe prever información relevante que permita a los ciudadanos formarse una actitud más crítica como consumidores de ciencia y tecnología. Se debe preparar  para estar en mejores condiciones de participar activamente en el apoyo o rechazo de los programas científicos o tecnológicos. Finalmente se debe impulsar y motivar a los jóvenes para que se formen como científicos y tecnólogos. 6

Una justificación didáctica que se deriva de lo anterior, implica la necesidad de utilizar técnicas y recursos que activen las ideas previas de los alumnos –esos marcos conceptuales mediante los cuales ven el mundo- para luego modificarlas, en lugar de una didáctica, sin duda más simple, basada en la transmisión de saberse ya establecidos para su reproducción.7

Las dificultades  que los profesores de ciencias viven cotidianamente en las aulas no suelen ser consecuencia  de la aplicación de nuevos planteamientos curriculares con una orientación constructivista, sino que, en la mayor parte de los casos, se producen en el intento de mantener un tipo de educación científica, que en sus contenidos, en sus actividades de aprendizaje y criterios de evaluación y sobretodo en sus metas, se halla bastante próxima a esa tradición a la que supuestamente se quiere  volver.8

 

La presente propuesta, es el resultado de las experiencias adquiridas en el desempeño de la actividad docente. Tiene un papel importante, la inquietud de contribuir a consolidar la investigación, como un instrumento que auxilie a la solución de los distintos problemas que se suscitan en el proceso enseñanza-aprendizaje de la Ciencia.

 

Todos los profesores aprenden diariamente por mil razones. Los alumnos son personas, individuos, y no hay plan de clase que responda a satisfacción. Cada Maestro está continuamente enmendando, añadiendo, aprendiendo. Por ese motivo considero a la “experiencia” como la mayor calificación de cualquier Maestro. Si hubiera modo de recolectar la experiencia individual de todos, habría material de sobra para reformas educativas estupendas. Por esta razón, mi propuesta, es un intento de acudir a la opinión misma de Ustedes Compañeros Maestros. “La ciencia, el paradigma del racionalismo, está actualmente en el aire, sin bases firmes.”

 

La Ciencia que está prácticamente presente en todos los adelantos tecnológicos que han beneficiado a la humanidad, se puede afirmar que en aquellos países donde se tiene dominio de los conocimientos proporcionados por la ciencia, se encuentran a la vanguardia del desarrollo tecnológico e industrial, lo cual se logra a través de la constante relación entre la teoría, el experimento y la generación de nuevas tecnologías.

 

Guillermo

 

BIBLIOGRAFÍA

 

1. Guevara Niebla, Gilberto (Compilador). 1992. “La Catástrofe Silenciosa” Ed: Fondo de Cultura Económica. México. p.p: 31-35

2. Programa de Desarrollo Educativo. 1995-2000.

3. Osborne, Roger. Freyberg, Peter.1995. “Enseñar y aprender Ciencias”. Madrid, Nacea, S.A. p.p:  35-34.

4. Jiménez Juan de Dios.- Perales F. Javier.1994. Dpto. Didáctica de las Ciencias Experimentales. Universidad de Granada.  España.

5. Gómez Bustamante, Patricia. 1993. Artículo: Tecnología y Educación. Revista: Información Científica y Tecnológica. Vol: 15 N° 205. México.

6. Jara Guerrero, Salvador. 1988 “Enseñanza de las Ciencias, nuevos Caminos”. Revista: Ciencia y Desarrollo. CONACYT N° 88. p.p. México.

7 Pedagogía, N° 80. Barcelona, Fontable, S.A.. p.p. 24- 27.

8. Pozo Municio, Juan Ignacio. 2001. “Aprender y Enseñar Ciencia”:  La crisis de la educación . Barcelona, Fontable, S.A. México.

. Pozo, Ignacio. 1990. “ Una nueva Forma de aprender” Cuadernos de